En el contexto de las Organizaciones Exponenciales (ExOs), las interfaces son uno de los atributos clave que sirven de puente entre el exterior y el interior de una organización, filtrando y cotejando los datos externos mediante algoritmos y flujos de trabajo automatizados. Permiten a las organizaciones dar sentido a la abundancia de datos externos, convirtiéndolos en información útil sobre la que se puede actuar. A través de las interfaces, las organizaciones pueden conectar los motores externos del crecimiento exponencial con los procesos internos pertinentes, automatizando los flujos de trabajo y dirigiendo la información procesable a las áreas apropiadas de la empresa para que actúen en consecuencia. El diseño y la optimización de interfaces se ha convertido en una industria en sí misma, como momento clave para determinar si una nueva tecnología se generaliza o permanece al margen.

Hay tres tipos principales de interfaces: de usuario, de sistema y de hardware. Las interfaces de usuario ayudan a los usuarios a interactuar con la solución que proporciona una organización, y su éxito viene determinado por lo bien que funcione para quienes la utilizan. Las interfaces de sistema ayudan a las organizaciones a interactuar con los sistemas informáticos de otras organizaciones, o ayudan a diferentes partes de una organización a interactuar entre sí. Las interfaces de hardware permiten interactuar con piezas de hardware y desempeñan un papel crucial en nuestra transición hacia una sociedad más digitalizada.

El atributo de interfaz desempeña un papel importante a la hora de traducir la abundancia de información y datos del exterior de una organización en flujos de información manejables que puedan procesarse y utilizarse posteriormente dentro de una organización. El filtrado y el emparejamiento son dos formas de lograrlo, lo que permite a las interfaces servir eficazmente de puente entre los factores externos de crecimiento de una organización y los factores internos de estabilización. Para implantar interfaces en una organización, es esencial identificar las fuentes de abundancia, averiguar a qué sistemas conectarse y con cuáles comunicarse, comprender los datos que pasan por la interfaz y diseñar una interfaz de usuario eficaz.